Giselle reseña a María Moreno (Argentina)

María Moreno. Vida de vivos. Argentina: Sudamericana, 2005, 333 páginas.

Digamos que Vida de vivos es un ensayo sobre el género de la entrevista (y así queda justificada su inclusión en esta serie de reseñas sobre trabajos ensayísticos). Antes que como periodista, María Moreno se identifica a sí misma como escritora, una escritora de oficio. Si bien publicó una novela, El Affair de Skeffington (1992), debe su reconocimiento a otro tipo de trabajo, pues la mayor parte de su obra consta de publicaciones en revistas y periódicos, algunas de los cuales, como es el caso de Vida de vivos -una colección de entrevistas fechadas entre los años setenta hasta los primeros años del siglo XXI-, fueron compiladas y publicadas en el formato libro. ¿Representa este paso al libro un modo de otorgarle permanencia a su trabajo más allá del tiempo puntual en el que fue escrito para los medios y en contraste con la caducidad del reportaje? La respuesta no es tan sencilla si se tiene en cuenta que actualmente se imprimen cantidades de libros que luego acaban guillotinados, tratados entonces como periódicos de ayer. Pero juntar en un tomo páginas esparcidas en periódicos facilita la apreciación de un estilo. Vida de vivos si bien es un libro ya impreso, funciona, al menos potencialmente, como una red que permite que se agreguen otras entrevistas a la serie, siempre y cuando María Moreno siga entrevistando.

La introducción a Vida de Vivos opera en este cambio de formato como una justificación del paso de las entrevistas al libro y cumple a su vez la función de probar o visibilizar sus cualidades literarias –y de darle más peso a la creatividad que a su valor como documento: “he corregido aquí y allá porque la entrevista, según yo la imagino, se acerca más al diálogo novelesco que a la búsqueda de testimonio” (Moreno 18). Pero la relación con la literatura no se establece sólo a partir del resultado, sino de la práctica, con lo cual la introducción exhibe a conciencia una marcada presencia del yo y una voluntad de taller. Esto le permite entrar en el relato autobiográfico: “con el pretexto de dar cuenta del género entrevista a partir de mi propia experiencia, he sentido el impulso de contar mi vida, pero ya van a ver que no es para irme del tema” (Moreno 7).

El relato del yo es una de la formas en las que su escritura desafía las convenciones del periodismo y excede al género del reportaje. En el ámbito del periodismo, en términos generales, un reportaje no tiene autor en sentido de una firma identificable con un estilo. De manera que el periodista que escribe la noticia, aparece más bien como un escribiente, perfectamente sustituible. Tal contexto explica en parte la insistencia en insertar el yo, como gesto que se opone a la invisibilidad del reportero. Pero además de compartir con el arte contemporáneo la tendencia a la autobiografía y la imprecisión fronteriza entre trabajo artístico y trabajo profesional, otra de las obsesiones de Moreno es mostrar el cómo se hace de su oficio como escritora y esto incluye el cómo hacen otros escritores. Gran parte de sus entrevistados se identifican a sí mismos como escritores, si bien incluye cantantes, militantes, deportistas y otras figuras famosas o con un potencial mediático que ella misma descubre.

En Moreno, autobiografía no es sinónimo de relato verdadero sobre la vida propia, y el desfase entre la persona biográfica y lo que ésta dice sobre sí, se comunica de manera explícita. Se expone la autobiografía como voluntad, más que como meta posible o alcanzada. Declarar la cualidad autobiográfica de las entrevistas resulta inusual, sobre todo si se tiene en cuenta que la cuestión de la autoría no es tan clara.  Sin embargo, a leer las entrevistas se entiende mejor a qué se refiere cuando dice que a partir de éstas cuenta su propia vida. En la entrevista a Silvina Ocampo relata cómo reaccionó al enamorarse de la entrevistada (sin ser correspondida): “ ‘Yo soy más linda que Alejandra Pizarnik’, le contesté y me fui dando un portazo”(Moreno7 0).

¿Quién es el autor de la entrevista, el entrevistado o el entrevistador? Las entrevistas de Moreno exhiben cómo el artificio es utilizado para manipular las palabras del otro, transgreden, en su honestidad sobre cuán deshonesto puede ser el modus operandi del género, sus premisas, que generan ciertas expectativas, cristalizando una forma de público inclinado a creer en la promesa de acceso a la palabra del otro sin mediación. La escritura de Moreno no apunta al lugar de los hechos, sino a la creación de un lector despabilado.

Giselle Román se graduó de la Universidad de Puerto Rico en el 2005. Estudió en laUniversidad de Buenos Aires y actualmente es una estudiante doctoral en UPenn.

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