Mariela Pabón. Check-in (Puerto Rico)
“Mariela, no me puedes estar llamando cada vez que estés sola en un sitio”. Carajo, ¿y por qué no? Decía Alejandro Zambra en una visita reciente a la isla que un mini filme de alguien a solas escribiendo un poema sería en extremo aburrido: no pasaría nada [salvo el poema]. Me gustaría pensar que con las y los artistas del cómic es distinto. En este vídeo aparece Mariela Pabón sentada en una mesita de un restaurante ríopiedrense dibujando. Tiene el celu junto a su libreta de dibujo. Está sola. ¿Estará aburrida? Es en extremo divertido mirarla dibujar. ¿Cuánto durará Mariela dibujando sin llamar a alguien? ¿sin checkear Facebook? El cómic de Mariela se llama Check-in. Debutó en septiembre de 2014. Se puede leer aquí y aquí . Es lo máximo.
El premio para mejor zine en el segundo festival Tintero[1] se lo llevó un chamaco de la pasada huelga universitaria por El Libro Rojo del Amor. Mariela participó en el festival con una recopilación especial de su Check-In, titulado Turistas. El Libro Rojo incluye líneas como “el amor es valor y sacrificio” y “este amor es tan duradero como Fidel en el poder”. Ujum. Turistas es una colección de escenas sacadas de la vida real de la autora, cuando trabajaba en la recepción de un hotel en Viejo San Juan. Incluye frases típicas de turistas gringos en Puerto Rico como “so…do you salsa?” y “here’s my credit card…please don’t steal it”. Incluye dibujos de los turistas, y de ella, además. Son los dibujos lo que hacen al cómic cómico. Aunque a decir verdad los dibujos de Mariela apenas son línea y suspiro. Me traen a memoria estos versos de Patricia Lockwood: “Although [s]he is ‘drawn’, and although [s]he is ‘a place’, [s]he is not a map. If anything, [s]he is a ‘cartouche’: the area of a map that encloses information about the map itself”.[2] La información del mapa imaginado que traza Mariela en Check-In in es la siguiente:
“Is [s]he ‘made of paper’? No, [s]he is papered like a hallway. Is [s]he ‘made of ink’? No, [s]he is a ghost who had ink thrown on him during a fight, and as a consequence is now visible.”[3]
Como amigos y desconocidas ya han señalado, y con mucha razón, lo que se hace visible en Check-In es la incomodidad universal y el extraño encanto del sinfín de interacciones cotidianas, en especial aquellas entre parejas, amigos, y amigos “que chingamos…un montón”. Pero lo que conmueve, es la vulnerabilidad del trazo: el hecho de que Mariela (su dibujo) y demás personajes (turistas included) están hechos de muecas y papel. Uno siente que la autora (a saber cómo) intuye un trazo previo, implícito en la página en blanco y con un breve toque de su lápiz lo saca a la luz. De ser así, alguien debería filmar su proceso de creación. Pues las mejores películas son las de magia. O, en la alternativa, las que hacen a uno sentir que nuestra cotidianidad—el sinfín de interacciones entre amigos y desconocidos “que chingamos…un montón”— está tocada por la magia. Sólo que nos toca sacarla a la luz.
“Mariela, no me puedes estar llamando cada vez que estés sola en un sitio”. Decía David Foster Wallace en un libro que leía recientemente, sentado a solas con un café en Río Piedras, que los libros ayudan a que uno se sienta menos solo. Aunque a decir verdad, muchas veces uno los lee y no pasa nada. Con los cómics es diferente: uno se ríe solo. Con incomodidad y encanto. Y desea, brevemente, ser el dibujo implícito en el papel, en espera de que Mariela suelte el teléfono y haga magia.
[1] Festival de comics y arte independiente de Puerto Rico [2] Todas las [s] son mías. De Lockwood, Patricia (2012). Balloon Pop Outlaw Black. Octopus Books. Pág. 7 [3] ibid, pág. 10
Guillermo Rebollo-Gil (San Juan, 1979). Universidad del Este. Autor de los poemarios Veinte, Teoría de Conspiración, Sobre la Destrucción, Sospechar de la Euforia, Flores nacidas de la astucia y Poetry is Silly, entre otros. Escribe para laRevista Cruce, y Derecho al Derecho. Coordina el blog Empty Lots(patternofthething.blogspot.com). Tiene un perro mudo y siniestro llamado Wallace y una perrita, Mía, que molesta a Wallace. Para El Roommate también ha reseñado a Kevin González, a Juan Carlos Quiñones (Bruno Soreno) y a Rafael Acevedo.