Margarita reseña a Luis Negrón (Puerto Rico)

Luis Negrón. Mundo Cruel. La secta de los perros, 2010.

Luis Negrón sabe que la calle está dura, sobretodo para aquellos que aman la dureza de la calle. Claro que la cosa se complica un poco más. La calle está dura, especialmente cuando los otros (esos que nunca han debido salir del closet de su heteronormatividad) tratan de suavizar, y hasta de apropiarse de esas calles que son el secreto más precioso de ellos, los verdaderos otros. Sigamos abusando de la imagen, como abusa de la calle Negrón en éste, su tan amado Mundo cruel.
Pues resulta que no es sólo la calle lo que exhibe su dureza. En este libro todo par de pantalones aparece condecorado con una maravillosa erección. Así, el niño de una familia evangélica en el cuento, “El elegido”, tiene que vérselas, no sólo con un padre iracundo, y cegado por la homofobia que lo revienta a golpes, sino también con todos los hermanos de la congregación (pastor incluido) que están deseosos por poseer al joven maricón, súbitamente convertido en un mártir del placer.
Como un Manuel Puig cruzado con un Luis Rafael Sánchez, el narrador de estos cuentos nos muestra la ternura, el amor, y la valentía de quienes deciden asumir su identidad, sea cual sea. Y lo hace callejeando con un lenguaje que conoce a la perfección, una lengua melodramáticamente urbana. Y esa lengua da la clave de la burla. En este texto Negrón se burla de todos, especialmente de sí mismo. Por eso una de las peores cosas que le puede pasar al personaje principal de estos cuentos, en donde reconocemos al propio autor, es escuchar su voz en el teléfono y descubrir que suena demasiado “pato”. Pues se es lo que se es, pero todo tiene un límite, y exagerar el gesto de nuestra propia identidad sexual puede devenir en una tergiversación del gran hecho que es, en este caso, ser homosexual. Negrón se burla también de los bisexuales fupistas y socialistas, de todos esos muchachos universitarios que creen ser reencarnaciones del Che Guevara, y de todos aquellos que caen seducidos ante el embrujo de una barba revolucionaria.
¿Se burla de todos? ¿Nos encontramos, acaso, ante la mirada de un cínico? No. Mundo Cruel es, extrañamente, un libro de mucha fe. De lo único que se burla el autor es de cualquier elemento (llámese hombre, llámese perro) que no sea fiel a sí mismo. Reajustando el pasaje bíblico, podemos decir que para Negrón, A aquel que no se conozca del todo, habrá que tirarle la primera piedra. Porque Negrón va más allá de la piel, y del disfraz, sin cometer el gran pecado del olvido; piel y disfraz prevalecen, incluso cuando el autor los trasciende.
El último relato, que lleva el título del libro, sirve como síntesis de las ideas esbozadas a lo largo de éste. José A., homosexual declarado, amante de la Ponce de León, y de las barras gay de Hato Rey, es confrontado con el mayor de sus miedos: la tolerancia. Aquellas calles duras en donde abundan los pantalones duros, se llenan ahora de activistas, y de defensores de la comunidad gay que, felices y coloridos, y sin sentir la vergüenza y el dolor acumulado durante tantos años, reparten condones e invitan a todo el mundo a salir del closet. Y José A. llora de rabia, y Luis Negrón, activista social de la comunidad, se ríe otra vez, hasta que la risa se confunde con el llanto. Pues no hay nada tan terrible como compartir el exclusivo pan de la homosexualidad con una multitud que se desconoce, y que espera atenta, las últimas tendencias de la cultura popular. Y ser gay está de moda. Y ahora los gays no pueden meter miedo. Y eso, señores, es aterrador. Con tanta loca suelta, ahora sí que sí, la calle nunca había estado tan dura.

Margarita Pintado Burgos (Puerto Rico, 1981). Estudiante doctoral de la universidad de Emory (Atlanta). Actualmente escribe su disertación, Derroteros y derrotas: Lorenzo García Vega y la victoria pírrica del escritor menor. Hizo su bachillerato en periodismo en la Universidad de Puerto Rico (Río Piedras), en donde también cursó estudios graduados en el departamento de Estudios Hispánicos. Es parte de la junta editorial del blog colectivo Derivas.net. Dirige, junto a Lorenzo García Vega, el blog http://pingpongzuihitsu.blogspot.com, y tiene un blog de poesía, http://desvalijados.blogspot.com/.

17 comentarios sobre “Margarita reseña a Luis Negrón (Puerto Rico)

  1. Ante una corta conversacion me he dado cuenta de que si bien el mundo puede ser cruel, a veces no lo es tanto. Saludos desde Coronado, Costa Rica

  2. Me parece que la reseña podría entrar en detalles más claros y menos contradictorios del por qué el «mundo es cruel» para los homosexuales. No sólo porque el mundo de los estilemas sociales conservadoros de un país como Puerto Rico, los margina, sino porque algunos de ellos han asumido ese maltrato y desprecio para identificarse como seres con una identidad ayecta en referencia con los que están en el poder. Un ejemplo claro, es el uso de la palabra «pato» para identificarse a sí mismos. Por eso es tan contundente, el llanto del personaje del último cuento; ?se está en el adentro o el afuera? No creo que el escritor se ría de una situación así. Todo lo contrario, no hay verdad más dolorosa de saberse en el medio y la periferia a la vez. El sujeto es quien opta por mover del espacio liminal hacia el centro y no sólo el día del desfile de «Orguyo Gay», sino en todos los momentos de su vida diaria. Hay es que surge la epifanía de quien se ha visto como marginado y ahora reconoce que ese no es su lugar. Si en algo Srta. Pintado Burgo ha picado en el hoyo, pero por un «ïnsight» (como apunta Paul de Man en Visión y ceguera) es en la alusión a la ternura y el amor cuando hace alusión a dos escritores conociodos por ser homosexuales, sólo esos sentimientos salvan al que está adentro como al que está afuera. En otras palabras, permite la aceptación propia del homosexual como la de los heterosexuales que reconocen en el homosexual a un individuo igual a ellos.

    1. Stigma, es una reseña. No quiere ser ensayo crítico, teórico, o literario. Mi único objetivo es animar a la lectura de un texto que me gustó, y que me interpeló de algún modo.

      A pesar del tono de tu comentario, me parece que tu lectura del libro es buena, mejor que la lectura que haces de mi reseña, pues, me parece que tenemos puntos en común de los que quizá no te percataste. La ceguera nos pasa a todos.

      Yo tampoco creo que el escritor se ría de la situación. Creo que hablo de la risa como mueca, una risa torturada que puede regresar al llanto. Es una risa ambivalente que recorre todo el texto de Negrón.

      Y difiero. Hay verdades muchísimo más dolorosas que la de saberse en el medio y en la periferia al mismo tiempo. Ahí hemos estado todos, homosexuales y heterosexuales, ahí se vive y se edifican casas. Ahí nos reímos, leemos, jugamos, escribimos reseñas, y posteamos comentarios.

  3. «Mundo cruel» es una destacada aportación de Luis Negrón a la literatura puertorriqueña. Entiendo es un texto construido más allá de las fronteras del mundo homosexual sino más bien con un llamado al mundo heterosexual para que en lugar de fijarnos meramente en las diferencias y juzguemos a través de ellas, las observemos y aceptemos pues nos hacen co-partícipes de un mundo de por sí cruel, tanto para el homosexual como para el heterosexual.

  4. Tuve la oportunidad de leer Mundo Cruel y conocer a Luis Negrón en Guatemala en el 2012, cuando vino con la Editorial Germinal de Costa Rica. Luis Negrón no solamente es un narrador honesto y sin textos pretenciosos, sino que también es un tipazo.

    Aquí no hay un escritor semejante a él y no es viboreada…conste.

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